Esto ocurre normalmente cuando un auto es golpeado desde atrás o colisiona con otro objeto. Cuando la cabeza es de repente sacudida hacia atrás y hacia adelante más allá de sus límites normales, los músculos y ligamentos que soportan la cabeza y espina se pueden estirar o desgarrar. Los discos pueden desgarrarse o romperse y las vértebras salirse de su posición normal, reduciendo el rango de movimiento. La cicatriz resultante en el tejido frecuentemente hace deformaciones permanentes – sin tratamiento.
La inestabilidad resultante de la espina y de los tejidos suaves puede contribuir a los dolores de cabeza, mareos, visión borrosa, dolor en los hombros, brazos y manos, disminución en el movimiento para girar y doblarse, y problemas en la parte baja de la espalda. Como el cuerpo intenta adaptarse, los síntomas pueden no aparecer hasta semanas o incluso meses más tarde.
Un quiropráctico usará específicamente ajustes quiroprácticos para ayudar a normalizar la función espinal. Si se detecta con tiempo suficiente, la inflamación puede reducirse y la cicatriz del tejido puede minimizarse.
Recuerde consultar a un médico quiropráctico antes de depender de medicación adictiva contra el dolor, de constantes dolores de cabeza relacionados con el traumatismo cervical o de acudir al quirófano.